Lo que se viene, sinceramiento del mercado, aumento de tarifas.
Finalmente una aseguradora del mercado decidió resistir a las presiones, privilegiar el negocio y la solvencia necesaria para respaldar a sus asegurados y sincerarse con la realidad que estamos atravesando, realidad de la cual la actividad aseguradora ya no podía seguir mirando para otro lado.
Las compañías de seguros trataron de resistir pero la situación económica y cultural de nuestro país, atenta contra su continuidad y por ende, contra la confianza y el capital que los asegurados depositan en una compañía para quedarse tranquilos que ante una eventualidad, llamada siniestro, una empresa con respaldo va a cubrirlos y evitar llevarlos a la ruina. Recordemos que con las sumas de indemnizaciones que se manejan hoy en día y que se reclaman principalmente, para cualquier ciudadano común tener un accidente de tránsito implicaría ir a la quiebra si se tratase de un caso más o menos grave, ni hablar si hablamos de un fallecido, o al menos un gran dolor de cabeza que seguramente postergaría muchos planes de la vida diaria.
Al mercado le llegó el momento de sincerarse. Lo cierto es que diversas son las causas que hacen que las aseguradoras se vean obligadas a elevar exponencialmente las primas que cobran en los seguros de automotores, a saber:
- Gran aumento de la siniestralidad. El nerviosismo reinante en nuestra sociedad sumado a lo mal que se conduce en nuestro país, hace que los accidentes de tránsito sean cada vez más, incluso que sus consecuencias sean cada vez más importantes (los motoqueros representan hoy en día un gran problema para la conducción). Asimismo, el cambio cultural que vive nuestra sociedad sumado a la época de crisis y la necesidad de obtener dinero rápido y fácil, hacen que la gente se vea más dispuesta a reclamar y con pretensiones cada vez más elevadas.
- Indemnizaciones y sentencias cada vez mayores. Los montos que se están manejando en sede judicial, son realmente en algunos casos exorbitantes. No sólo ello sino también la tasa utilizada para calcular los intereses y las mismas costas del proceso, hacen que ir a juicio hoy en día sea realmente un mal negocio. Por ello, la mayoría de las aseguradoras, gastan todos sus esfuerzos en llegar a un arreglo en sede extrajudicial y evitar de esa forma el inicio de la demanda e incluso de la mediación. Asimismo, este tema resulta de vital importancia, debido a la reserva de dinero que las compañías deben mantener inmovilizada en caso de mediación y ni hablar de juicio.
- Las constantes regulaciones de la Superintendencia de Seguros, sobre todo en temas de inversiones, que ya se han vuelto un elemento para presionar a las aseguradoras, obligándolas a ayudar al gobierno de turno a llegar a las elecciones con un dólar relativamente controlado incluso al costo de afectar la solvencia de la compañía, en una muestra total de desinterés por la actividad. Estamos hablando de la obligatoriedad de invertir en activos poco rentables (inciso k), las resoluciones tendientes a que vendan los bonos en dólares, entre otras.
- Elevada inflación que al menos en el corto plazo no parece que vaya a disminuir.
Como mencionamos en notas anteriores, todas estas circunstancias, necesariamente terminarán influyendo en el costo del seguro, si o sí deberán trasladarse a la masa de asegurados que deberán abonar más dinero si quieren mantener el respaldo de su compañía.
Una importante aseguradora ya anunció que lo hará porque le interesa mantener la calidad de servicio que brinda actualmente, ahora resta que las demás aseguradoras se sinceren y se animen a hacer frente a las presiones, si lo que realmente les importa es como se dice hoy en día, EL CONSUMIDOR DE SEGUROS.
Dra. Gabriela Melina Alvarez
Gabriela_alvarez@segurosaldia.com