Robo de ruedas: ¿Pólizas con cobertura limitada?
La frecuencia de los robos de rueda ha aumentado enormemente en estos últimos años al punto de convertirse en una situación alarmante en el mercado asegurador y que preocupa a todas las compañías de seguros.
Estadísticas oficiales de la Superintendencia de Seguros arrojan que en un año se registraron 144.469 robos parciales de vehículos en todo el país, de esa cantidad en 101.128 casos se robaron al menos una rueda, lo que representa un porcentaje del 70%. En promedio se roban 1 rueda cada 5 minutos.
Este tipo de modalidad delictiva se ve beneficiada por varias situaciones:
- A los ladrones les conviene más robar las ruedas que el vehículo entero.
- Son fácilmente vendibles
- Obtienen una alta ganancia de su venta debido al alto costo de las ruedas
- Hay un creciente aumento del mercado negro debido a la traba a las importaciones que hace que muchos neumáticos no se consigan en el país.
- Debido a la falta de controles por parte de las aseguradoras, son siniestros que se prestan para la comisión de fraude.
En el ambiente se dice que hay gomerías abiertas toda la noche esperando la llegada de los ladrones con los productos ofrecidos, a veces llevan lo que consiguieron y en otras ocasiones son verdaderas empresas montadas que ofrecen los productos a través de un catálogo y la promesa de entrega en media hora. Lo que se gana vendiendo una rueda semi nueva equivale a todo un día de trabajo haciendo parches. Los más robados corresponden al auxilio del Peugeot 308, las 4 ruedas del Ford Fiesta Kinetic, las multirayo de Volkswagen (usadas por el VW Bora, Trend, Saveiro, entre otros), y las de los Peugeot 207 y 408. Los robos de rueda son ahora lo que el robo de stereos fue en los años 90.
Cómo afecta el robo de rueda en las Aseguradoras.
En el ámbito asegurador no es un asunto menor. Debido al aumento en la frecuencia siniestral y al elevado costo de su reposición, en la espera de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros están tratando el tema a los fines de poder darle una solución y limitar de alguna manera la cobertura ofrecida para este tipo de acontecimientos.
Las aseguradoras en pos de dar un servicio mejor y más rápido, han eliminado todo tipo de controles, muchas veces presionadas por la misma competencia a lo que debe sumarse el asegurado que no puede usar el vehículo y también el productor.
El robo de neumáticos representa un combo, es un siniestro muy frecuente, de poco monto en lo que a siniestros se refiere, motivo por el cual su investigación por parte de estudios liquidadores muchas veces no se justifica o lo encarece demasiado.
Es por todos estos motivos que las aseguradoras están analizando limitar la cobertura a través de diferentes opciones tales como:
- Aumentar los controles (por ejemplo solicitando al asegurado la denuncia policial, realizando una inspección de la unidad en los casos de robo de más de una rueda)
- Establecer una franquicia
- Limitar la cobertura a una determinada cantidad de eventos por año.
- Establecer una suma asegurada máxima de cobertura
- Realizar un análisis sobre el kilometraje del vehículo del asegurado y aplicando una reducción por desgaste.
En un extremo existió en la asociación de compañías de seguros una propuesta de elevar a la Superintendencia de Seguros una nota a los fines de que este organismo autorice a darle al robo de rueda el mismo tratamiento que se dio en su momento al robo de stereos, es decir, excluyéndolo de la cobertura.
Hay compañías que ya están diseñando productos que contienen limitaciones para este tipo de siniestros.
El tema del robo de neumáticos se ha vuelto muy complejo en este ultimo tiempo y de difícil solución, atento que ante la traba de las importaciones y la dificultad para conseguir las autopartes, es un sistema necesariamente autoalimentado por las mismas compañías de seguros, que ante el robo de rueda de un asegurado deben salir a conseguir su reposición y si la gomería no cuenta con la misma se verá muy tentada de solicitarla en el mercado negro, lo que implica que la mayoría de los ladrones terminan vendiéndole la goma indirectamente a la compañía de seguros, lo que genera más siniestros y por ende más demanda de gomas. Ello se ve fomentado por la inexistencia de algún sistema que permita de forma fehaciente saber si la mercadería que las aseguradoras compran es o no de origen legal. La solución debería llegar de la mano de un conjunto de medidas que desalienten el mercado negro, provenientes de diversos actores del sistema.
Dra. Gabriela Melina Alvarez
Gabriela.alvarez@segurosaldia.com