¿Qué es un seguro?
Un seguro es un contrato en el cual la compañía aseguradora se ve obligada a indemnizarte siempre y cuando se produzca un siniestro. La póliza puede cubrir todo tipo de riesgo y la aseguradora debe indemnizar al asegurado a través de un capital en efectivo, una renta o la prestación de un servicio, dependiendo del caso. Son una gran forma de cubrirse de los eventos desafortunados que pueden suceder en cualquier momento del día.
El contrato de seguro es algo totalmente consensuado, por ende, los derechos y obligaciones son recíprocos, tanto del lado de la aseguradora como del asegurado. Lo mejor de los seguros es que brindan previsibilidad y estabilidad financiera en tu economía personal y familiar.
Si hablamos del seguro de hogar, este se centra directamente en cubrir tus bienes materiales, posesiones, y además se hace cargo de los daños producto de un siniestro. Además, estos te pueden ofrecer distintas coberturas adicionales para las personas que habitan la vivienda.
Los 2 problemas más recurrentes
Goteras y cristales rotos: Los imprevistos más comunes
Los daños generados por agua son los accidentes domésticos más reportados según las aseguradoras, puesto que más de un 40% de los incidentes corresponden a este tipo de daños. El agua no es el único problema, también las roturas de cristales son muy comunes en los domicilios, ya sean de una mesa, ventana, o una puerta.
Además de estos problemas, no debemos olvidarnos de los daños eléctricos y los desperfectos, producto de situaciones climáticas complejas, como es la lluvia fuerte o el granizo, que también son responsables de una gran cantidad de daños en las casas.
¿Qué ocurre con los bienes materiales?
En caso de que tengas objetos que valen mucho, como pueden ser tus joyas, recomendamos seriamente incluir una cobertura específica para que, si te las roban, te devuelvan el valor de las mismas. Además, si contratás el mejor seguro de hogar te cubrirán los robos que las personas que residen en el domicilio sufran fuera de su casa, lo que te dará no solo seguridad dentro de tu hogar sino también fuera de él.
La cobertura del contenido material es la encargada de proteger nuestros bienes, aquellos que no forman parte de la estructura de la vivienda y que están cubiertos en caso de un siniestro o robo.
Tres motivos para asegurar tu domicilio
Protección total ante robos: No es para nada agradable afirmar esto, pero los robos en las casas son cada vez más frecuentes, y por este motivo siempre es conveniente estar asegurado con el fin de que la póliza te brinde una compensación a causa del hurto de los bienes personales. La mayoría de estos seguros también protegen a los habitantes del hogar en caso de que tengan la desgracia de padecer un robo en la calle.
Cobertura ante destrucción: Si tienes la mala suerte de que tu casa sufra un siniestro grave y no tienes seguro, es muy probable que tu casa quede casi totalmente destruida y tengas que hacerte cargo vos mismo de la reconstrucción, y debemos decir que hacer esto no es nada barato. Por esto, el seguro de hogar te ofrece una buena indemnización para que puedas rehabilitar el inmueble y sustituyas todos (o la mayoría) de los bienes perdidos.
Evitarás posibles problemas judiciales: Este es otro aspecto fundamental para contratar el mejor seguro de hogar, ya que no todos se hacen cargo de lo mismo. En el caso de que alguno de los habitantes del domicilio asegurado se vea envuelto en un litigio relacionado con la vivienda, las pólizas cuentan con un interesante servicio de defensa jurídica.
Fuente: RosarioPlus